miércoles, 30 de noviembre de 2011
EL LUGAR DE ESU EN……………PARTE 2.
Veremos más tarde en Ogbe Kana cómo un más extraño que quería cultivar, sé le dijo cultivar en los pantanos, cuando todos sabían que durante las lluvias cualquier cosecha plantada en los pantanos normalmente sé destruiría por las lluvias. Orunmila le dijo granjero que le diera un chivo a Eshu, que reaccionó quitando las lluvias por ese año.
Cuando los otros cultivadores del pueblo hicieron sus siembras en la cumbre y en el valle, sus cosechas sé quemaron por falta de agua de lluvia. Todos los ciudadanos del pueblo tenían que comprarle ese año los artículos de la comida al extraño granjero porque su granja en los pantanos era la única con una cosecha rica.
Al año siguiente, el granjero fue por consulta y se le dijo que hiciera su siembra en las colinas, mientras todos los nativos las hicieron en los pantanos. El granjero fue a Orunmila que una vez más le aconsejo darle otro chivo a Eshu. Después de hacer la ofrenda a Eshu, el granjero procedió hacer su granja en la colina, habiendo aceptado su ofrenda, Eshu fue una vez más abrir el tapón con el que detuvo la lluvia. Empezó a llover tan pesadamente que sólo la granja del extraño en la colina floreció. Las otras granjas en los pantanos sé destruyeron por las lluvias. Una vez más el pueblo entero tenía que comprar comestibles de él todo el año siguiente, este hombre fue más tarde coronado el Oba del área entera.
El papel de Eshu como la divinidad de lo bueno y de malo sé ilustrará claramente en las revelaciones de Iroso Ate, que nos dirá cómo un sacerdote llamó Okpini fue aconsejado, nunca salir de su hogar en misiones de adivinación, sin primero darle ñame asado a Eshu temprano en la mañana por siete días.
Llevó a cabo el espíritu y el mandato del consejo por seis días consecutivos, en el séptimo día sé le convocó muy temprano en la mañana en el palacio real porque el Oba tenia para él una asignación urgente.
Sin aguardar a darle el ñame asado a Eshu, salió apresuradamente al palacio aunque tenía la intención de hacerlo después de volver del palacio.
Se molestó Eshu y decidió hacerlo pagar por atender más al Oba que a él.
Okpini llegó al palacio y él le dijo que las cosas no iban bien con el Oba.
Se le dijo que el pueblo no pagaba el tributo regular y que las fortunas del palacio mermaban. El Oba quería saber de lo que estaba pasando y cómo mejorar la situación.
Después de la adivinación Okpini le dijo al Oba que sacrificara de manera que la situación mejorara ese mismo día. Predijo que después del sacrificio, los cazadores le traerían al palacio ese día: una boa, un ciervo vivo y noticias de 2 cazadores que habían disparado un búfalo y un elefante.
El Oba rápidamente hizo el sacrificio y esperó que las predicciones de Okpini sé manifestaran. Después de la adivinación Okpini salió a su hogar. Todas sus predicciones sé harían verdaderas, pero sé determinó frustrar su realización por Eshu.
Entretanto, eshu sé transfiguró en un ciudadano mayor y tomo posición en la entrada del pueblo (ubode). Cuando el hombre con la boa apareció, el hombre mayor le dijo no procediera al palacio por su propio interés, porque el Oba ejecutaba unos sacrificios en el palacio y que el awo había dicho que cualquier cazador que viniese al palacio con cualquier animal o informar la muerte de cualquier animal (era la tradición en esos días que alguien que disparara a cualquier animal debía ser informado al Oba) debía ser usado él (el cazador) como sacrificio en el palacio ese día.
En cuanto el hombre que trajo la boa oyó las noticias malas, agradeció al hombre viejo y sé sentó allí a esperar.
El hombre con el ciervo vivo, el hombre con un búfalo y el hombre con el elefante también tomaron refugio temporal en el mismo sitio. Todos ellos pasaron la noche allí, ninguno sé atrevió a entrar el pueblo, ni proceder al palacio.
Después de esperar en vano por las previsiones de Okpini, el Oba sé fastidio y en la mañana próxima, mandó por Okpini una vez más.
Por este tiempo Okpini ya le había dado el ñame asado a Eshu, aunque tardíamente.
Al llegar al palacio, el Oba lo acusó de la falta de habilidad y de ser un mentiroso y un timador. Lo deshonró completamente. Abatido, okpini volvió a su casa, saco su ifa y lo tiró en el río Oshun por engañarlo a él en sus predicciones.
Sin embargo, en cuanto salió del palacio, eshu, que tenia su ñame asado, fue a decirle a los cazadores en (ubode) que en el palacio el sacrificio sé había completado y que el camino estaba claro para ellos proceder al palacio.
Todos ellos fueron al palacio al mismo tiempo y rindieron sus animales al Oba.
El Oba sin embargo deseó saber porqué ellos no habían llegado al el palacio al mismo tiempo. Les preguntó si ellos habían ido a cazar al mismo lugar.
En contestación explicaron cómo tuvieron miedo, y sé quedaron en el ubode, por otra parte habían llegado realmente separados el día previo.
A ese punto el Oba sé dio cuenta de que las predicciones de Okpini sé manifestaron después de todo, pero por las maquinaciones malas del desconocido, había asustado a los cazadores. El oba rápidamente mandó por Okpini una vez más y sé disculpó por la pena temprano en la mañana. le dijo que todas sus predicciones fueron verdaderas.
Lo compensó y le confirió el título más alto en él reino. Okpini más tarde volvió a su hogar a la cabeza de una procesión de baile triunfal.
En cuanto regreso fue derecho al río Oshun a recuperar su ifa, y llevarlo a su hogar, lo aplacó con una chiva que le regalo el Oba. El lector puede imaginar cómo la falta de darle un ordinario ñame asado a Eshu, dio lugar a tanto problema. Eso es porqué en ifa, sé aconseja a las personas a menudo a ofrecer sacrificios a Eshu sin retraso.
Un ejemplo conclusivo es dado por Iroso Bosa:
Del barbero real que sé le aconsejó hacer sacrificio a Eshu para evitar hacer las cosas por la mitad medida. y sé negó a hacer el sacrificio.
Entretanto, el Oba mandó para que el barbero viniera y le diera un corte de cabello. Cuando sé dio cuenta que el barbero sé había negado a hacer sacrificio a él, Eshu llegó a transformarse en un anciano del pueblo y fue al barbero por un corte de pelo, al momento de salir el barbero al palacio. el anciano prevaleció en el barbero para darle corte rápidamente antes de salir de su hogar porque iba a contestar una llamada real.
Al final decidió que el precio de 5 cauris le costaría al anciano. Pero sé volvió casi loco cuando afeitaba el pelo del viejo que siempre crecía al instante, tanto que gastó el día entero en el hombre viejo sin que un solo pelo cayera a la tierra.
El punto notar en este análisis fácil es como para todos los otros deidades, Eshu es invisible y puede influenciarles a situaciones y eventos en maneras diversas. Nadie sé le puede oponer a Eshu, porque no podemos verlo en abierto combate. Opera en espíritu y más a menudo por un apoderado. la regla en ifa es darle a eshu cualquier cosa que le agrade, y a así las deidades, cualquier cosa que desean, de manera que uno tenga la oportunidad de alargar las metas del destino de uno.
Cuando vemos la vida acabada, no tenemos medios de confrontar las fuerzas que no vistas tienen influencias buenas o malas en nuestras vidas. Son verdaderos, y tan ciertas como la regla dorada, que hagamos a otros lo que esperamos que nos hagan a nosotros, y estaremos al servicio de dios. pero que no significa que no vamos a estar invulnerables a las fuerzas malignas que envidian nuestra virtud y que tratan de limpiar o quitarnos los atributos de bondad de la faz de la tierra.
Orunmila revela que la manera que dios espera que reaccionemos a las fuerzas de mal es no hacernos malos, pero que nos defendamos contra ellas.
La pregunta por consiguiente es: ¿cuán humano pueden los seres que sé quejan sobre los actos malos, de otros contra ellos, y que ellos demandan absolución total de prácticas malas?
Es un principio fundamental en las reglas de la divino -esfera: aquellos que buscan la bendición de las deidades deben hacerlo con las manos limpias. Ningún hombre, debe, con cualquier justificación, esperar justicia de los poderes más altos, por actos malos contra su integridad, cuando son culpables de ofensas similares.
Cuando nos comprometemos en cualquier práctica insana, operamos como agentes del mal y no como sirvientes de dios. Si tal persona ora o desea cualquier cosa y espera de dios y de las deidades que oigan sus oraciones, esperan meramente que el agua salga de una piedra.
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