miércoles, 23 de enero de 2013

El mediático Show del fin del mundo.

“El hombre en su deseo de descubrir el mundo exterior, se olvida de descubrirse a si mismo, y entonces para su sed de ignorante encuentra manantiales alucinantes de mediocridad” L. Castellanos.


Es incomprensible que el conocimiento y la sabiduría tengan una utilización mediática como herramienta para la obtención de poder y la manipulación de este, cuando fue creado para la elevación del espíritu, la expansión de la conciencia y la profundización de todos los niveles del ser y su entorno, para lograr una fusión inalterable, funcional y equilibrada.

Es incomprensible que en esta etapa de la humanidad, donde un microchip puede sustituir la labor de cien hombres, (lo cual nos demuestra el avance tecnológico del ser humano), existan aun personas capaces de creer una burda fantasía que esconde un trasfondo económico y un único objetivo, mentir, confundir, desinformar.

En la Era Primitiva, el hombre solo se preocupaba por sobrevivir y alcanzar los medios para obtener buenas cosechas, creía en la salvación del mundo y de su entorno, sus afanes por conquistar otras latitudes estaban enfocados y resumidos en instintos de supervivencia (atacado constantemente por los cambios de clima) y nunca en la destrucción. En la época moderna, como una moda, se implantó tener la fecha, la hora y la manera de cómo será el final del mundo, así que esperemos ahora después de este 21 de diciembre una nueva fecha y una nueva profecía.

Hoy en pleno siglo XXI, el 4to poder (la información) involucra a muchas sociedades y protagoniza nuevamente la más celebre de las obras pintorescas del mundo exotérico, el mediático show del fin del mundo.

Ha sido “Anunciado” el gran final de la humanidad en diferentes profecías, desde mucho antes de Cristo, recogidas en textos de profetas antiguos, más tarde otros profetas como Nostradamus, Newton, Da Vinci, Rasputín, Edgar Cayce, los sacerdotes egipcios, la pitonisas de los Delfos, los Señores de Dios en los Atlantis, los profetas y magos de los Nubios, y otros tantos también hicieron su tarea.
Ahora, y más cercanas a la ciencia y la astrología, las llamadas profecías MAYAS. Aunque mal interpretadas y coloreadas de absurdos matices por medios de difusión y falsos conocedores de la cultura religiosa y astrología en general.

Los MAYAS nos dejaron un legado asombroso, la exactitud de muchos de sus descubrimientos científicos, sus aciertos en cálculos matemáticos, su línea compleja y bella de su arquitectura, la utilización complicada y admirable de sus calendarios, la poesía plasmada en sus escrituras, la concepción del mundo, la visión futura, la magia, la espiritualidad y religiosidad expuesta en su código de vida, entre otros aspectos que nos hace reconocerlos como una civilización “madura e inteligente” en todos los sentidos.





Repasando la historia, encontramos siempre un punto coincidente, que es el pasado un código interpretativo del futuro, predecir desde el pasado se ha convertido en un ritual practicado por oficiantes de la nùmerología, quiròmanos, cartòmanos, investigadores, científicos, profetas, videntes, en fin, una serie de ramificaciones de la sociedad, cada cual con puntos de vista diferentes y similares según el caso.

Tomar los textos sagrados de la cultura antigua y descifrarlos, aplicarlos al presente
y a diferentes escenarios ya es una costumbre cotidiana, ¿pero dónde surge la necesidad del hombre de alertar sobre la “finalidad del mundo, la raza humana y su entorno natural, dónde empezó tan mediático show.?¿Qué pasa cuando el fin no llega, qué aprendemos de eso y cuáles son los resultados? ¿Cómo el mundo Yoruba resume los cataclismos universales?

Veamos primero algunas profecías y sus resultados.

1- El oráculo de Delfos. Durante miles de años fue uno de los enigmas más desconcertantes del mundo antiguo. Filósofos, comerciantes, campesinos y reyes subían sus escaleras para conocer qué les deparaba el destino. Se creía que los dioses hablaban y que sus palabras surgían de una burbujeante grieta en la roca.
Proclamó en varias ocasiones la destrucción del hombre por el hombre, del medio que habitaba y la aparición de enfermedades mortales, pero jamás asumió fechas.

2- El manuscrito de la Guerra. En 1947, en el desierto de Judea, dos beduinos encontraron siete rollos de manuscritos de más de 2000 años de antigüedad que decían saber cómo sería la última gran guerra. Algunos investigadores creen que nuestro destino final está escrito en ellos. Este manuscrito forma parte de un intenso libro escrito por partes, ello que podría contener en algún sitio fechas, nombres métodos y autores, pero hasta el momento se desconoce.

3 - Jeroglíficos del Juicio Final. Algunos historiadores creen que entre las piedras de la Gran Pirámide de Giza, en El Cairo (Egipto), se oculta un código matemático que predice el día del Juicio Final y que según las profecías de los faraones tendrá lugar en este siglo, pero que ellos lo crean no significa que sea cierto.

4- Los secretos de Fátima. El 1917, tres niños pastores afirmaron haber visto a la Virgen a las afueras de su pueblo en Portugal. Según la leyenda, María compartió con ellos tres secretos en clave sobre el oscuro futuro que esperaba a la humanidad. La tercera profecía se mantuvo oculta en el Vaticano durante casi cinco décadas, y haría referencia al cataclismo definitivo, a una Tercera Guerra Mundial o a la llegada de fenómenos devastadores que acabarían con el mundo tal y como lo conocemos.

5- El Séptimo Sello. El 7 es el número más recurrente en la cultura religiosa ya que aparece con frecuencia como el número mágico, sagrado, del destino. Pero también se considera un número de mal augurio porque marca el principio de la cuenta atrás hacia el final de los tiempos. El libro del Apocalipsis establece una escalofriante cronología para el plan maestro de Dios que pondrá fin al mundo: los siete sellos, que podrían estar empezando a romperse

6- El tercer Anticristo. Según la Biblia, un carismático líder vendrá para seducir a la humanidad, pero no será un salvador, sino un ‘rey del terror’ que traerá consigo el Armagedón. Nostradamus aseguró que habrían tres: Napoleón Roy (identificado con Napoleón Bonaparte), Hister (que podría ser Hitler), y un tal Mabus.


7- Las 7 puertas. Los 7 comienzos es una teoría importante a estudiar, en la época de los Sumerios hablaban de un fin del mundo que se iniciaría “cuando la luz abra las 7 puertas del cielo, llegarán los 21 soles por ellas”, esta profecía( que en lo particular fue objeto de estudio por un servidor en el seminario de San Carlos ,La Habana, 1993,Cuba, como parte de la carrera universitaria) posee elementos interesantes, porque en ella se aborda el tema el comienzo, los primeros días de cada mes, las primeras horas, luego la luz que señala totalidad, amplitud, estallido, explosión, velocidad, espacio, señala dos números el 7 y el 21, para ambos todo lo que es tiempo y espacio, en caso específico del 21 pudiera referirse al siglo, los soles pudieran ser seres extraterrestres, los sumerios fueron muy defensores de la existencia de vida en otros planetas, cuando se referían al cielo los hacían diciendo, “el hogar de los hombres estrellas”. En Aquellos tiempos dicha teoría no me convenció, ahora menos.

8- La guerra de Irak. La antigua ciudad iraquí de Babilonia es legendaria. Hace casi tres mil años algunos profetas anunciaron su destrucción, y en el Apocalipsis hay numerosas referencias a un final catastrófico, una guerra nuclear en este lugar. ¿Es posible que el Antiguo Testamento predijera el fin del mundo precisamente en Irak?

9- El juramento de sangre de Hitler. ¿Sigue el Führer inspirando la creencia en un nuevo orden mundial? ¿Podría hacerse realidad su deseo oculto de renacer de las cenizas de su destrucción para liderar el denominado Reich milenario?

10- Autenticidad en las predicciones bíblicas. Muchos investigadores insisten en que es científicamente demostrable la existencia de una clave digital entre las páginas de la Biblia, que describiría los acontecimientos pasados y futuros. Los secretos ocultos durante siglos han sido desvelados y han dejado perplejos y frustrados a teólogos, investigadores y matemáticos, pero de ser así, no sería un libro para personas comunes, sino más bien para eruditos.

11- 2012: el Juicio Final en los oráculos modernos. Algunos expertos actuales dicen que basta con mirar a nuestro alrededor para comprobar que las fuerzas predominantes del mundo moderno no están en equilibrio. El último en unirse a las predicciones de los mayas, el I Ching, los egipcios, ritos basados en escrituras medievales, etc., que aseguran que algo ocurrirá en el siglo XXI, es un programa de ordenador profético basado en internet, que también anuncia el 2012 como el año catastrófico . ¿La raza humana sobrevivirá a tan trágico proceso?, ¿Explotará el planeta?, estas son solo algunas incógnitas.

A continuación les expongo algunos autores que han ganado fortunas prediciendo algo que jamás llega.

Escritores, poetas, científicos, médicos, obispos, amas de casa, no existe un perfil para determinar a un profeta, solo su mensaje lo hace obtener ese título, pero muchos son los que integran la manada de los que pasan de un laboratorio a una editorial, como también gente común que se volvieron famosos por ser testigos o apoderados de dones y mensajes celestiales, al parecer tanta emoción los conduce a un plano que pueden ilusoriamente pronosticar fechas, acá les dejo algunos ejemplos.

La gran catástrofe de 1983, de Boris Cristoff, un libro apocalíptico que tenía como subtítulo: « ¿Se encamina la Tierra hacia a su fin?». Se publicó en 1979 y en 1984 quedó obsoleto.

El fin del mundo, año 1999, de Charles Berlitz.
Hielo: El último desastre, de Richard Noone.
Juan de Jerusalén, el templario, San Malaquías y el fin del papado.
El almendro y el laurel florecidos de los cátaros.
La leyenda de la tumba de Enrique II.
Las psicografías de Solari Parravicini.
Las profecías del papa Juan XXIII.
La catástrofe de Aberfan.
El sueño del Obispo Lanyi,
El hundimiento del Lusitania.
La señora Zierold y la psicometría.
Mussolini y su trágico destino,
El increíble Simón el Mago,
Los Rastafaris y el mesías del siglo XXI,
El Día de la Declaración de Maitreya.
Carlomagno y el año 1000,
El Diluvio final de Durero,
El Arca de Iggleheim,
Los huevos de la gallina de Mary Bateman Llegó el año final.
El Armagedón de 2006.
La Iglesia de los SubGenios.
Las profecías coreanas de Song Ha.
La profecía de Bergoglio,
Newton y el fin del mundo para 2006,
Jacques Bergier y sus cálculos para 1990.
El alucinante sueño de Joe Brandt.
Edgar Alan Poe, Profetas para un nuevo mapa terráqueo.

En cualquiera de estas variantes, usted encontrará disimiles comparaciones
e interpretaciones de los oráculos, la astrología, los mensajes, más y más del fin del mundo, pronosticado por personalidades y gente común, basados muchos de ellos en hechos relevantes de la humanidad, en descubrimientos reales e ideas y argumentos que pueden en cualquier instante hacerle dudar si pasará o no, lo cierto es que todos se han equivocado porque aquí estamos y estaremos.


Los Mayas: una risible interpretación hace creer que los mayas terminan su calendario en la fecha 21 del presente mes y año, mas no es así, este calendario cuenta con ciclos que hacen referencia al calendario ceremonial de 260 días, el calendario solar de 365 días, el ciclo de 584 días del planeta Venus y el ciclo de 780 días de Marte, según detalla el arqueólogo Williams Saturno, de la Universidad de Bostòn, y responsable de la excavación actual que nos permite descubrir que posee una continuidad.

Los signos revelan que el calendario continúa con sus ciclos millones de años, ha existido confusiones con respecto su concepto, creyendo que el final de un calendario es el final del mundo, como de igual forma las CPU, tenían programas hasta el año 2000, lo que ocasionó preguntas e incertidumbres, pero finalmente todo encontró solución.

El calendario Maya es cíclico, por que se repite cada 52 años Mayas. En la cuenta larga el tiempo de computo comenzó el día 0.0.0.0.0.4 ajau y 0.0.0.0.0.8 cumkù. Esto equivale según la correlación generalmente aceptada al 11 de agosto del 3114 antes de Cristo, en el calendario gregoriano y con una suma infinita del tiempo.

Es bueno destacar que según fuentes comprobadas el calendario Maya aparece ya en culturas como la Olmeca, también guarda relación con la cultura mexicana lo que asegura que toda Mesoamérica utilizò dicho sistema calendárico.

Los cálculos de sus ciclos nos convencen de que tendría una duración hasta el año 7065 de la era moderna, y su culminación deriva la sustitución de este por otro calendario y no necesariamente el fin del mundo.

En 1986, Maurice Cotterell que durante largo tiempo había investigado sobre el campo magnético del sol y sus efectos directos sobre la tierra, descubrió mediante el código de Dresde, que el calendario Maya no era nada arbitrario sino que basaba sus conocimientos en el sistema solar. Esto explicaría el porque los Mayas se centraban tan estrictamente en los largos ciclos del tiempo y su creencia en los procesos de generación y destrucción de las 4 edades anteriores del hombre.

El planeta tierra tal como necesitó millones años para su formación concreta, de un rudo y apocalíptico planeta pasó a ser un sistema habitable y en armonía correcta funcional y regida por leyes naturales. Los procesos físicos y químicos que continuamente interrelaciónan, interactúan y permiten cambios, hacen que el planeta posea una energía incalculable, solo agotable por causas como que el sol dejara de existir, la luna o el choque con otros astros y meteoritos, si usted es de los que piensa que eso se puede terminar en 24 horas será sin lugar a dudas unos de los asombrados al culminar el año, cuando pueda constatar que el ciclo de vida de la humanidad continua.

Las premoniciones se clasifican en diferentes ramas, (religiosas, científicas, mensajes códigos antiguos y las psíquicas), en ninguna de estas fuentes se ha podido encontrar referencias al fin del mundo y por supuesto ninguna ha logrado acertar, los que nos hace suponer que en verdad son malas, absurdas, mediocres o intencionalmente manipuladas.
Con respecto a las creencias religiosas YORUBAS no existe tal premonición, no existe augurio de mala intención, no existe finalidad, muy por el contrario se hace referencia de los acontecimientos del pasado que poseen relación con el mundo natural y el hombre, a fin de aprender a convivir en perfecto equilibrio con el entorno y el propio hombre en el futuro.


El Consejo Mayor de Sacerdotes de IFA repartidos por todo el mundo comprende entre su estructura religiosa la necesidad de obtener y descifrar cada fin de año y cada año nuevo, incluso a mediados de año, un signo Odù de IFA, que le permita hacer un análisis de cómo se comportará el año, tanto para los integrantes de dichas congregaciones como para la humanidad en general, hasta el día que se escribe este articulo no ha ocurrido un mensaje del panteón Yoruba y sus máximos representantes, Olofin Y Oloddumare, por tanto podemos afirmar que este 21 de diciembre no existirá ningún cambio , ninguna catástrofe, ningún advenimiento de seres extra-dimensionales.

Las condiciones que posee el planeta, los adelantos tecnológicos en materia de la cosmonáutica y la investigaciones físicos-nucleares, la antropología, la química y la micro-biología, nos anuncian de cambios climáticos provocados por la acción del hombre que en cierta manera empobrecen el hábitat natural, pero esperar de Dios la desaparición de su creación por la liberación de sellos, bestias, jinetes y todas esas tonterías solo son escuchadas y creídas por aquellos en que su cerebro funciona bajo las neuronas del fanatismo y la idiotez, porque es un verdadero idiota quien subestime el poder de los dioses y los dibuje como bufones de la destrucción.

Si usted desea un consejo de este humilde sacerdote, pague sus cuentas, compre sus regalos de Navidad, planifique todo tipo de celebraciones, porque el día 21 solo amanecerá exactamente igual que como se acostó el día 20, porque nada pasará y créanme, los Mayas no tienen nada que ver, si existe alguna confusión debido a su famoso calendario se debe a la interpretación posterior de los insuficientes analistas y los numerosos idiotas con los cuales convivimos en este mundo.

A todos, una Feliz Navidad y un Nuevo Año próspero.


Santiago de Chile/ Diciembre 2012.



Notas del autor: L. Castellanos Rodriguez, Licenciado en Filosofía y Letras, Postgrado en Periodismo, Investigador, Teólogo y Escritor de las Ciencias Ocultas. Sacerdote del Ifismo.





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